El término “nutrición” se refiere al consumo de alimentos de acuerdo con las necesidades de cada persona. Con una buena nutrición se puede lograr mantener un equilibrio y minimizar el riesgo de contraer enfermedades y tener deficiencias de vitaminas, minerales y nutrientes necesarios para el organismo. Muchos de nosotros hemos, en algún momento de la vida, pasado por manos de nutricionistas o médicos que nos han recomendado alguna modificación en nuestra dieta porque lo hemos necesitado, y nos hemos esforzado por seguirla al pie de la letra porque “así debe ser”. En vez de crear consciencia sobre lo que es mejor para nosotros en cuestiones de salud, la seguimos casi que automáticamente o simplemente la ignoramos. Y muchas veces sólo creamos esa consciencia cuando el asunto es delicado.
Pero lo más importante es que, así como nos esforzamos por nutrir nuestro cuerpo de la mejor manera, también debemos aprender a nutrirnos en otros sentidos.
Nuestra vida está dividida en varias áreas: la emocional, la de carrera, la espiritual, la de salud (que incluye la parte física de la que ya hemos hablado, pero que se puede profundizar un poco más). De hecho, estas no son las únicas, ya que nuestras vidas abarcan mucho más, pero hoy nos enfocaremos sólo en estas.
Nuestro ser no sólo está compuesto por la parte física: somos personas que tenemos necesidades en varios niveles que también merecen toda la atención. Por supuesto, cada persona es un mundo y tiene necesidades puntuales. Entonces la gran pregunta es ¿cómo estamos nutriendo cada área de nuestras vidas?
Al hablar del área emocional, esto comprende la relación contigo mismo, tu relación con las demás personas, qué “trabajos personales” necesitas realizar para tener un mejor manejo de tus emociones, desde qué perspectiva estás viviendo tu vida. Por lo tanto, es fundamental entrar a cuestionar sobre cómo estas viviendo tu vida. Te invito a que te preguntes: ¿Cuáles son esos aportes que hago a mi vida para tener una mejor calidad? ¿Quién es esa persona que estoy siendo a nivel emocional? ¿Quién quiero ser? ¿Cómo es mi relación con mi entorno? ¿Cuál es mi aporte hacia él?
Respecto al área de carrera, puedes preguntarte ¿Me siento lleno con el trabajo que tengo? ¿Estoy conectado con mi vocación? ¿Me apasiona lo que hago? ¿Me motiva a ser mejor cada día, aprender cosas nuevas sobre lo que hago y aportar a la organización? ¿Mi actual empleo me genera felicidad o estrés? Cabe anotar que cuando hablamos de carrera no solamente tiene que ver con tu empleo actual, también tiene que ver con tu profesión, con aquello que quieres aprender, con tu vocación, y todas las inquietudes que lleguen a ti serán válidas para poder revisar si te encuentras satisfecho en esta área de tu vida y qué cambios quieres generar en ella para potenciarla.
El área espiritual puedes trabajarla dependiendo de tus creencias, lo importante es que logres conectarte con la divinidad o con ese Ser Superior que te llena. Analiza cómo estas viviendo tu espiritualidad hoy día, cómo es tu relación con ese Ser Superior. También es importante que te preguntes ¿Qué necesito para vivir una vida espiritual en coherencia?
Por último, no siendo menos importante, hablemos del área de salud. Sabemos que nutrirnos a nivel físico comiendo los alimentos adecuados es fundamental para mantener los niveles de energía en un estado óptimo y, sobre todo, gozar de una buena salud. Sin embargo, tomar la decisión de incorporar el ejercicio a tu vida vale la pena. Tal vez no seas apto para practicar muchos deportes, pero esta no es una barrera; lo importante es dar el primer paso, que siempre es el más difícil. De esta forma también le entregas a tu cuerpo energía, vitalidad, elasticidad y oxígeno, y muchos beneficios más. Otro punto importante es revisar tus hábitos ¿Estás durmiendo las horas que necesitas? ¿Estás haciendo actividades que te generen bienestar (leer un libro, escuchar música, tocar un instrumento, ir a cine, practicar tus hobbies)? ¿Qué intereses tienes en tu vida, de los cuales quieres aprender más (por ejemplo, estudiar un idioma nuevo, aprender a cocinar o desarrollar una nueva habilidad)?
Recuerda que todas estas áreas se relacionan entre sí y cuando no estamos bien en una, arrastramos ese malestar a las otras. Si tu trabajo te genera estrés y ansiedad es probable que empieces a comer alimentos que no te van a nutrir, sino que, en exceso, pueden causarte enfermedades o algún desajuste en tu organismo. Asimismo, el estrés mal manejado no va a permitir que tengas relaciones adecuadas con tu entorno ni contigo mismo, te desconectas de lo que quieres, te desconectas de tu espiritualidad… en fin.
Nutrir nuestra vida de una forma integral nos va a permitir encontrar un balance, a pesar de que se nos presenten altibajos en el día a día. Como siempre digo, es importante tener plena conciencia de lo que hacemos por nosotros mismos en todo momento para poder hacer un trabajo coherente. Va a tomarnos tiempo porque necesitamos confrontarnos y conectarnos con nuestra esencia. Pero es una tarea que vale la pena y que contribuye con nuestro bienestar.
Kommentare