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Guía esencial de autocuidado

Foto del escritor: Pilar EscobarPilar Escobar

Es natural que cuando estamos bajo momentos de estrés nos sintamos abrumados. Lo que no es natural es vivir bajo ese estrés sostenido porque en definitiva te haces daño y afectas a los demás. Actualmente, en la fecha de publicación de este post a mediados de abril de 2020, estamos viviendo una situación que nos agobia a todos: estamos en cuarentena obligatoria por causa de un virus. Esto nos ha llevado a reevaluar muchas cosas a nivel laboral, familiar, social, personal, y aprovecho para preguntarte: ¿Cómo has vivido toda esta situación a nivel emocional?


Ésta precisamente es una de las áreas más importantes para trabajar durante todo este tiempo porque, indudablemente, cuando logramos gestionar de forma adecuada nuestras emociones, podemos sortear muchas de las situaciones que se nos presentan. Por este motivo quiero entregarte, con mucho cariño, una guía que he creado para que empieces a trabajar en tu autocuidado.


  1. Dedica tiempo para estar a solas contigo mismo(a) y que te permita concentrarte en tus pensamientos, en cómo te sientes, en buscar alternativas que te funcionen para estar bien contigo mismo. Escribe en una libreta: escribir te libera de cargas que tal vez estás llevando de más. Hace que te des cuenta que tal vez eso que sientes y piensas es más pequeño de lo que crees, te ayuda a sanar.

  2. Ten espacios de actividad física. Hoy en día hay muchos recursos online y aplicaciones que te pueden ayudar y que se ajustan a lo que te guste. Si ya tienes implementos en tu casa, desempólvalos e inicia una rutina para que te liberes un poco del estrés. Si no los tienes, recuerda que no necesitas más que disposición y un poco de espacio para ejercitarte.

  3. Organiza tu tiempo. Es importante que crees horarios para trabajar, para hacer ejercicio, para alimentarte, para descansar. Cuando se crean rutinas en familia se aprende no sólo a apreciar los espacios propios y del otro, sino que también se aprenden valores como el respeto, la colaboración, la empatía, entre otros, que son muy importante para el desarrollo de los más pequeñitos de la casa.

  4. Nutre tu área espiritual. Según tu creencia más firme, ora, medita o haz algo que te ayude a estar conectado con Dios o con tu ser superior, que te permita estar centrado, vivir la vida con fé, con tranquilidad, esperanza y optimismo.

  5. Explora dentro de ti qué talentos tienes y úsalos para llenarte de energía. ¿Qué era lo que más te gustaba hacer de niño? ¿Cuáles son esas cosas que disfrutas hacer, tanto que te pierdes en el tiempo? ¡Es hora de retomarlas!

  6. Aliméntate bien, come frutas y verduras, cereales, baja el consumo de café, azúcares y harinas refinadas. Trata en lo posible de optar por alternativas más naturales.

  7. Por último, haz un plan de acción. En una lista reúne todas las actividades que quieres hacer y organízalas en orden de prioridad, ponles fecha y hora, y ejecútalas. Motiva a tu familia a hacer lo mismo.

Como ves, tienes a la mano muchas herramientas que no implican un gasto económico alto, que también vale la pena tener en cuenta en estos momentos. Así que te invito a que empieces por ti, cree en ti, tú puedes materializar todo aquello que quieres si eres consciente, que la mejor decisión que puedes tomar en este momento es invertir en ti, en tu bienestar. Tú y sólo tú eres responsable de esto, así que manos a la obra.


Regálame tus comentarios y preguntas.


Con cariño,


Pili.

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